Ir al contenido principal

¿Me Amas? Juan 21:16




¿Me Amas?

Por Juan Carlos Ryle

El sentimiento peculiar que el cristiano verdadero siente hacia Cristo: le ama.

El verdadero cristiano no lo es por por el solo hecho de haber sido bautizado; lo es por una razón mas profunda. No lo es, tampoco, por el hecho de que un día a la semana, y por rutina, asiste a los cultos de alguna iglesia o capilla y el resto de la semana vive como si no hubiera Dios. El formalismo no es cristianismo. Un culto ciego y una adoración rutinaria no constituyen la verdadera religión. A este propósito, la Biblia nos dice: "Porque no todos los que descienden de Israel son israelitas" (Romanos 9 :6). La lección practica que podemos aprender de estas palabras es bien clara y evidente: no todos los que son miembros de la Iglesia visible de Cristo, son verdaderos cristianos.

La religión del verdadero cristiano esta en su corazón y en su vida; es algo que siente en su corazón y que otros pueden ver en su vida y conducta. Ha experimentado su pecaminosidad y su culpabilidad, y se ha arrepentido. ha visto en Jesucristo al Divino Salvador que su alma necesita y se ha entregado a El. Ha dejado el viejo hombre con sus hábitos carnales y depravados y se ha revestido del nuevo hombre. ahora vive una vida nueva y santa y habitualmente lucha contra el mundo, la carne y el diablo. Cristo mismo es el fundamento. Preguntadle en que confía  para el perdón de sus muchos pecados, y el os contestará: "En la muerte de Cristo". Preguntadle en que justicia confía ser declarado inocente en el día del juicio y os responderá: "En la justicia de Cristo". Preguntadle cual es el ejemplo tras cual se afana para conformar su vida y os dirá: "El ejemplo de Cristo".   

Pero por encima de todas estas cosas, hay algo que es verdaderamente peculiar en el cristiano; y este algo es su amor a Cristo. El conocimiento bíblico, la fe, la esperanza, la reverencia, la obediencia, son rasgos distintivos en el carácter del verdadero cristiano. pero resultaría pobre esta descripción si se omitiera el amor hacia su Divino Maestro. No solo conoce, confía y obedece, sino que también ama.

el rasgo distintivo del verdadero cristiano lo encontramos mencionado varias veces en la Biblia. La expresión, "fe en el Señor Jesucristo", es bien conocida de muchos cristianos. Pero no olvidemos que en la Escritura se nos menciona el amor en términos casi tan fuertes. el peligro del que no "cree" es grande, pero el peligro del que "no ama" es igualmente grande. Tanto el no creer como el no amar constituyen sendos peldaños hacia la ruina eterna.

Oíd las palabras del apóstol Pablo a los corintios: "El que no amare al señor Jesucristo, sea anatema" (1 Corintios 16:22). Según San Pablo no hay posibilidad de salvación para el hombre que no ama al Señor Jesús; sobre este punto el Apóstol no admite ningún paliativo o excusa. Una persona puede no tener nociones muy claras, y aun así salvarse; puede faltarle el valor y ser presa del temor, pero aun así, como Pedro, salvarse. Puede caer terriblemente como David, pero sin embargo levantarse otra vez. Pero si una persona no ama a cristo, no esta en el camino de la vida; la maldición todavía esta sobre el; camina por el sendero ancho que lleva a la condenación.  

Tomado del libro de Juan Carlos Ryle " El Secreto de la Vida Cristiana", The Banner of Truth

Comentarios

Entradas populares de este blog

Teología sin corazón: Cuatro señales de una ortodoxia muerta

En 1959, Martyn Lloyd-Jones (1899-1981) predicó una serie de mensajes sobre el tema del avivamiento, entre ellos uno titulado "Sermón del avivamiento: La ortodoxia muerta". En el sermón, Lloyd-Jones argumenta que la "ortodoxia muerta" es la mayor amenaza para el avivamiento, para la iglesia en general y para todos los cristianos individualmente. Tal observación merece una investigación cuidadosa. ¿Qué es la ortodoxia muerta y cómo podemos discernir su presencia en nuestras propias almas e iglesias? Ortodoxia muerta Para ayudarnos a llegar a la sustancia de la ortodoxia muerta, consideremos algunas preguntas: ¿Qué ocurre cuando amamos los credos y confesiones de la Iglesia, pero no han conseguido que nos parezcamos más a Jesús? ¿Qué sucede cuando la doctrina correcta nos hace altivos, ásperos, impacientes y duros? ¿Qué pasa cuando somos expertos en teología pero perpetuos infractores cuando se trata del lugar de oración? ¿Qué ocurre cuando amamos más las doctrinas qu...

El siervo de Dios no debe ser pendenciero: Los Buenos Pastores Saben Cuándo Iniciar una Pelea Pero Prefieren Evitarlas

  El pastor tiene la difícil tarea de ser una persona no argumentativa que sabe dar buenos argumentos. Debe ser un valiente de la verdad y un pacificador, un hombre que defiende la verdad sin ser contencioso. O como dice el Apóstol Pablo a Timoteo: «El siervo del Señor no debe ser pendenciero, sino amable con todos, capaz de enseñar, soportando con paciencia el mal, corrigiendo con mansedumbre a sus adversarios» (2 Tim. 2:24-25a). No debemos malinterpretar la prohibición de ser pendenciero. Es evidente que, tanto por el precepto como por el ejemplo, Pablo no concebía al pastor ideal como un capellán simpático, blando, algo pasivo, universalmente querido y vagamente espiritual. Después de todo, en la misma frase en la que ordena a Timoteo que no sea pendenciero, también subraya que hay maldad en el mundo y que el pastor debe corregir a sus oponentes. No toda controversia es mala. Las epístolas pastorales están llenas de advertencias contra los falsos maestros (1 Tim. 6:3; 2 Tim. 2:1...

Dos tipos de sermones que parecen expositivos pero en realidad no lo son

  Hoy en día, en los círculos evangélicos conservadores es muy común, sobre todo entre los lectores de ministerios como 9Marks, el compromiso que se profesa con la predicación expositiva. Decimos "profeso" compromiso porque nuestra experiencia durante décadas como pastor y fiel miembro de la iglesia, habiendo pronunciado o escuchado miles de sermones, nos ha llevado a la conclusión de que gran parte de la "predicación expositiva" no se ajusta a la definición. Demasiados sermones se centran en el texto bíblico, pero no exponen el punto principal del pasaje bíblico que se está considerando.  Para ser claros, esta crítica no es meramente académica o de definición. Si un sermón no expone el punto principal del texto en cuestión, el pastor no está predicando todo el consejo de Dios, independientemente de la profundidad con la que el orador examine el pasaje bíblico. Un sermón así no comunica lo que Dios quiso comunicar al inspirar ese texto. Seamos más concretos. Hay dos...