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Mostrando las entradas etiquetadas como incredulidad

La Conexión entre la Oración y la Incredulidad

  Cuando los discípulos vieron que Jesús expulsaba el espíritu maligno del epiléptico al que 'no podían curar', preguntaron al Maestro por la causa de su fracaso. Él les había dado 'poder y autoridad sobre todos los demonios, y para curar todas las enfermedades'. A menudo habían ejercido ese poder, y con alegría contaban cómo los demonios se les sometían. Pero ahora, mientras Él estaba en el monte, habían fracasado completamente. Se había demostrado que no había nada en la voluntad de Dios ni en la naturaleza del caso que hiciera imposible la liberación: a una orden de Cristo, el espíritu maligno había salido. Por su expresión: "¿Por qué no pudimos?", es evidente que lo habían deseado y procurado; probablemente habían usado el nombre del Maestro e invocado al espíritu maligno para que saliera. Sus esfuerzos habían sido vanos, y en presencia de la multitud, habían sido avergonzados. ¿Por qué no pudimos? Bien podrían haber preguntado los discípulos: '¿Y por

Seis Beneficios de los Devocionales Diarios Ordinarios

Las devociones privadas no son mágicas. Sabemos eso (en su mayor parte). Pero aún así, podemos estar tentados a pensar que si sólo averiguáramos la fórmula secreta - la mezcla correcta de la meditación de la Biblia y la oración - vamos a experimentar momentos eufóricos de mucho entusiasmo en la comunión con el Señor. Y si eso no sucede, nuestra fórmula debe estar mal. El peligro de este concepto erróneo es que puede producir decepción crónica y desánimo. El cinismo entra y nos rendimos y nos castigamos a través de ellos para aliviar la culpa porque no parece que las devociones funcionen con nosotros. Nuestro deseo por la comunión íntima con Dios es dado por Dios. Es bueno desear, pedir, y buscar. El Espíritu nos da maravillosos sabores, ocasionalmente. Y este deseo será satisfecho a rebosar algún día (Salmo 16:11). Ejercicio del alma (1 Corintios 9:24; Romanos 15: 4): ejercitamos nuestro cuerpo para aumentar la fuerza y la resistencia, para promover la salud