Vean de esto qué cosa tan malvada es el pecado: rebaja a una persona y a una nación. Oseas 14:1, "Cayeron por su iniquidad". El pecado abate a los hombres en la tumba, y también en el infierno, sin arrepentimiento. El pecado es el Acán que perturba. Es la hiel en nuestra copa y el cascajo en nuestro pan, Proverbios 20:17. El pecado y el castigo están unidos con cadenas adamantinas. El pecado hace arder el mundo. Es un carbón que no sólo ennegrece, sino que quema. El pecado conjura todas nuestras aflicciones. Todas las cruces que nos sobrevienen, todas las tormentas en la conciencia, el pecado las suscita. Que nadie piense que se levanta por el pecado, pues el texto dice que el pecado lo abate. El pecado primero tienta y luego condena. Primero es una zorra, y luego un león. El pecado le hace al hombre lo que Jael le hizo a Sísara. Primero le llevó la leche y la mantequilla a Sísara, y luego le clavó la estaca de la tienda en la cabeza. Jueces 5:26. El pecado nos trae primer...
La exposición de tus palabras imparte luz; da entendimiento a los sencillos. (Sal 119:130) Temas biblicos y teologia reformada