Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como ortodoxia

La Religión del Progresismo

  No es exagerado afirmar que la Iglesia occidental necesita una reforma hoy en día, al igual que a principios del siglo XVI. El catolicismo romano sigue necesitando reformas drásticas, después de haber rechazado en gran medida lo que se ofreció en la Reforma. El protestantismo se ha alejado de sus raíces y ha perdido en gran medida su catolicidad. El movimiento evangélico ha tratado de revivir el protestantismo nominal desde la década de 1730, pero no ha logrado mantener un firme asidero en las confesiones de la época de la reforma y, por lo tanto, se ha desviado teológicamente. Estamos perdiendo el asidero de la ortodoxia trinitaria y cristológica simbolizada en los credos de la iglesia indivisa de los primeros cinco siglos. La situación actual, como la de la época medieval tardía, es ideal para el surgimiento de herejías de todo tipo. Satanás carece de la capacidad de crear algo totalmente nuevo, por lo que toda herejía es parasitaria de la verdad. La herejía siempre implica torcer,

Epístola de Ignacio a los Efesios

  Saludo Ignacio, que también se llama Teóforo, a la Iglesia que está en Éfeso, en Asia, merecidamente muy feliz, siendo bendecida en la grandeza y plenitud de Dios Padre, y predestinada antes de las edades de los tiempos, para que sea siempre para una gloria perdurable e inmutable, estando unida y elegida a través de la verdadera pasión por la voluntad del Padre, y de Jesucristo, nuestro Dios: La felicidad abundante por medio de Jesucristo, y su gracia inmaculada. Capítulo 1. Elogio de los efesios He conocido vuestro nombre, muy amado en Dios, que habéis adquirido por el hábito de la justicia, según la fe y el amor en Jesucristo nuestro Salvador. Siendo seguidores de Dios, y avivados por la sangre de Dios, habéis cumplido perfectamente la obra que os correspondía. En efecto, al oír que vine atado desde Siria por el nombre común y la esperanza, confiando por vuestras oraciones en que se me permitiera combatir con las fieras en Roma, para que así, por medio del martirio, me convirtiera