Recientemente tuve el privilegio de observar un par de docenas de sermones en una clase de predicación. Me sentí alentado por su fidelidad a la Palabra de Dios, pero mientras escuchaba, empecé a darme cuenta de que mis comentarios eran los mismos para todos los predicadores. Necesitaban centrar su sermón en una idea principal y luego construir todo su sermón alrededor de esa idea principal. En otras palabras, estos aspirantes a predicadores necesitaban trabajar en predicar sermones claros y centrados. ¿Cómo se escriben (y predican) sermones claros y centrados? Oliver Wendell Holmes dijo: "No daría un higo por la simplicidad en este lado de la complejidad, pero daría mi vida por la simplicidad en el otro lado". En otras palabras, la sencillez (o claridad) es rica en valor una vez que ha pasado por el duro trabajo de forjarse a partir de la complejidad. Los sermones que evalué presentaban numerosos detalles complejos y minuciosos del texto, pero los árboles no les dejaban ver...
La exposición de tus palabras imparte luz; da entendimiento a los sencillos. (Sal 119:130) Temas biblicos y teologia reformada