Y así llegaré ahora a la segunda parte de la exhortación, que se refiere a los santos de Dios, a sus santificados, a los que han obtenido la santidad, a los que han experimentado los principios, el poder, la vida y la dulzura de la santidad. Y aquí permítanme exhortarlos a que expresen, declaren, evidencien y sostengan tanto la realidad como el poder de la santidad; y eso, [1.] Primero, evidencien y declaren la verdad y la realidad de su santidad, manteniéndose libres de groseras enormidades, de maldades escandalosas, Romanos 2:23-25. Oh, recuerden que un solo pecado escandaloso oscurecerá y nublará todas sus gracias y excelencias espirituales. [Si la cerda no hace más que revolcarse en un solo agujero cenagoso o sucio, está sucia, etc.] ¡Mira! como una mancha en el rostro estropea toda la belleza, y una mancha en la copia borra toda la copia, y como una gota de tinta colorea todo un vaso de agua clara, así también, un pecado escandaloso borrará y empañará todos los actos anterio...
La exposición de tus palabras imparte luz; da entendimiento a los sencillos. (Sal 119:130) Temas biblicos y teologia reformada