Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como mateo

La Descripción de un Hombre Pobre en Espíritu - Jeremiah Burroughs

  Bienaventurados los pobres en espíritu, - Mateo 5:3 Se han dicho varias cosas como prefacio a este excelente Sermón de Cristo. El objetivo principal del Sermón es revelar dónde reside la verdadera bienaventuranza, algo que el mundo malinterpreta enormemente. El mundo cree que las cosas opuestas a la verdadera bienaventuranza son las que nos hacen felices. Pero, c omo Cristo declara, la bienaventuranza está en el disfrute del fin último y principal bien que la criatura racional puede poseer. Esto es propio de la criatura racional. Y así, tenemos la proclamación de Cristo: "Bienaventurados los pobres en espíritu". Sin embargo, algunas personas tienen espíritus pobres y viles y están lejos de la bienaventuranza. Por ejemplo, aquellos cuyos objetivos y metas en la vida sólo se centran en el dinero y las cosas viles e indignas son de espíritu pobre. Tales personas no se esfuerzan por cosas más elevadas como Dios, Cristo, el Cielo, la Eternidad, el Evangelio y la Palabra, pues lo

Un vaso de agua fria para un discipulo

  El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa. (Mat 10:41-42 RV 1960) Nuestro Señor nos alegra diciendo que el menor servicio hecho a los que trabajan en su causa es observado y recompensado por Dios. Aquel que da a un creyente tan poco como "un vaso de agua fría para beber en nombre de un discípulo, no perderá en absoluto su recompensa". Hay algo muy hermoso en esta promesa. Nos enseña que los ojos del gran Maestro están siempre sobre aquellos que trabajan para él, y tratan de hacer el bien. Tal vez parezca que trabajan sin que se les note ni se les preste atención. Las acciones de los predicadores, de los misioneros, de los maestros y de los visitadores de los pobres, pueden parecer muy triviales e insignificante

El Sermón del Monte #2: El Cristiano es Pobre en Espíritu