«El hierro afila el hierro, y un hombre afila a otro» (Prov. 27:17). La crítica es algo que a la mayoría de nosotros nos gusta evitar. Naturalmente, queremos evitar las conversaciones difíciles en las que nuestras acciones, motivos o ministerios se ponen bajo el microscopio de otra persona. Al mismo tiempo, a muchos de nosotros no nos gusta compartir críticas con los demás porque no queremos parecer críticos o herir los sentimientos de alguien. Aunque pueda parecer antinatural, quiero sugerir que dar y recibir críticas piadosas es un elemento necesario en la vida de las relaciones sanas y de las iglesias sanas. Si tenemos la intención de ayudar a las personas a crecer en piedad, pero no podemos dar la crítica piadosa, no vamos a terminar ayudándoles mucho. Dios usa a su pueblo para decirse la verdad unos a otros en amor, y esto incluye la verdad crítica. Si te falta este elemento en tus relaciones de discipulado, eres como un pastor sin vara. ¿Qué es la crítica piadosa? Las palab...